Hay personas que aunque disfrutan de las tradiciones navideñas, pueden sentir cierta extrañeza con el tema de la decoración típica de la temporada. Originaria de ambientes europeos, sus elementos principales hacen referencia al clima frío.
Pinos cubiertos de nieve, renos y un Papá Noel muy disfrazado son sólo algunos de los elementos que parecen fuera de contexto, ya que la mayoría de los brasileños celebran la Navidad en el fuerte calor del trópico.
Para no dejar de celebrar una de las fechas religiosas más importantes, la salida a esta dicotomía pasa por la creatividad. Replantear los elementos principales de la decoración navideña puede ser incluso un motivo para involucrarse y reunir a familiares y amigos.
Se pueden mantener los colores más utilizados. El verde del pino se traslada a los arreglos de mesa y a las guirnaldas, elaboradas con follaje autóctono. El césped del jardín es una base ideal para celebraciones al aire libre. Tenemos rojo en abundancia. Infinidad de especies de flores y frutos presentan hermosas variaciones de este tono y embellecen todo tipo de ambientes, desde los más sencillos hasta los más sofisticados.
La nieve es algo muy lejano de aquí en esta época, pero su color blanco se puede trasladar a velas, candelabros, guirnaldas, lámparas. Las tiras de pequeñas luces decorativas son versátiles y aportan cierta magia a los ambientes. De hecho, un elemento que no depende del lugar ni de la temperatura, pero que marca la diferencia en cualquier tipo de decoración, son las luces. El mensaje que transmiten parece ser que una Navidad iluminada ayudará a cerrar el año con energía y mirar el próximo con esperanza y optimismo.
La elección de una Navidad tropical, tradicional o completamente innovadora es personal. Los elementos que deben estar presentes a la hora de decorar tu hogar son la creatividad y la disposición. El toque dorado se debe al espíritu de fraternidad, unidad y fortalecimiento de vínculos, que son el verdadero significado de la fecha.
