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Sandrin, 51 años: lo fuerte nunca termina

Este julio, en Sandrin cumplimos 51 años. Al completar este ciclo, se fortalece aún más la certeza de que, aunque lleno de desafíos, el proceso de desarrollo y crecimiento de la empresa, a lo largo de todos estos años, ha sido exitoso. Esto nos deja, además de estar muy agradecidos y realizados, motivados para seguir adelante.

Sin perder nunca de vista nuestros objetivos más nobles –hacer realidad sueños, aportar experiencias y sensaciones para conectar a las personas– seguimos firmes en nuestro propósito de mejorar técnicas y conceptos, siempre con el objetivo de crear entornos que, cada vez más, dialogen con lo principal. : las personas y sus aspiraciones, aplicadas a la vida cotidiana, al trabajo, a los momentos en familia, es decir, a la vida tal como sucede ahora.

El viaje hasta ahora no lo hizo solo. Todos los que fueron y son parte de Sandrin hacen que el viaje sea posible y, sobre todo, muy gratificante. Todos los involucrados, de alguna manera, hicieron (¡y siguen haciendo!) su contribución para que los sueños de los fundadores de la empresa continúen.

Sandrin ha estado invirtiendo constantemente en innovación. Un ejemplo que destaca en este contexto, y del que fuimos uno de los precursores, son los productos editables: módulos donde es posible cambiar dimensiones para ajustarse a los espacios. Esta flexibilidad, mucho más que un diferenciador para el mercado, amplía posibilidades. Proporcionar consulta y seguimiento. Los pedidos en línea son otra posibilidad que se ofrece a los clientes de Sandrin. La línea pet, otra innovacióno, demuestra que el enfoque de la empresa en monitorear las transformaciones de la vida, que suceden todo el tiempo, es permanente.

Desde hace un año y medio, Sandrin trabaja intensamente para poder seguir siguiendo un mercado que, como las personas, está en constante cambio. En este proceso de construcción interna, y donde se busca desarrollar la capacidad de mirar cada vez más sensiblemente nuevos comportamientos, la empresa está recibiendo capacitación, capacitando equipos, invirtiendo en maquinaria y tecnología, todo para implementar una cultura de innovación y, principalmente , una forma más colaborativa de pensar y actuar.

Este es el camino que viene siguiendo Sandrin. Una historia que ha estado guiada por mucho trabajo, seriedad, dedicación y respeto por las personas. A nuestros 51 años, la gratitud es un sentimiento vivo en Sandrin.

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