Cuando hablamos de colores, hablamos de sensaciones. Captado por el ojo, el color y toda su infinidad de matices es procesado por la mente humana, que hace el complejo trabajo de fusionarlo con nuestras experiencias y recuerdos. Los colores tienen la preciosa capacidad de despertar emociones.
Para que la experiencia sea de recuperación de sensaciones positivas y con los mejores significados, la tendencia para 2024 sigue el camino de elegir colores capaces de aportar confort y, sobre todo, tranquilidad.
La vida moderna está llena de ajetreo y bullicio. Por tanto, hacer que los ambientes sean más lentos, pero que iluminen la mente y creen un refugio seguro, puede ser tarea de una paleta ligera y neutra, con tonalidades de baja saturación.
Con él es posible crear un look sencillo, pero a la vez, sumamente versátil, ideal para ambientes de larga duración. Recargar energías y restablecer el equilibrio interior son funciones del silencio, de la tierra y del tiempo, que tienen el poder de despertar algo que tanto necesitamos, una mezcla de consuelo y ánimo, que solemos llamar abrazo.
Los tonos claros, neutros, naturales y descoloridos son calmantes y pueden ayudarte a encontrar la paz en medio de un mundo cada vez más caótico, brindándote el descanso mental que tanto necesitas. Son colores que pueden ayudarnos a no sentirnos tan perdidos en un mundo tan lleno de información y estímulos.
En 2024, dale la bienvenida a la paleta de colores claros y neutros. Esta podría ser la manera de poner fin a ese sentimiento generalizado de impotencia tan familiar al hombre contemporáneo.