Nunca habíamos pasado tanto tiempo en casa como en los últimos meses. La pandemia obligó al mundo entero a aislarse y mirar hacia adentro. Y esta mirada hacia dentro incluye mirar la casa donde vivimos. Si antes sólo lo visitábamos para comer (muchos, sólo para dormir), ahora hemos pasado largas temporadas en su interior, incluyendo trabajo y ejercicio. Por eso, más que nunca, el hogar necesita ser un lugar agradable, acogedor y tranquilo. A continuación, presentamos algunos consejos que le ayudarán a mejorar su entorno:
Mobiliario funcional
Analiza qué se puede mejorar en la casa. Este es el momento de realizar los cambios necesarios, pensando no sólo en la parte estética, sino principalmente en la parte funcional. Ese armario donde siempre se atasca el cajón puede estar causando más irritación de lo habitual, ese armario con poco espacio puede necesitar organización o incluso un cambio, esa pequeña mesa de la cocina, antes poco utilizada, podría repensarse (y este es el momento de ello) . Los muebles de la casa deben basarse en la funcionalidad dependiendo de quién viva en ella, ya que cada familia tiene una necesidad.
Limpieza
Antes, no teníamos tanto tiempo para decidir qué había que limpiar en la casa (y probablemente tampoco la ensuciábamos tanto). Una vez a la semana es recomendable que los vecinos de la casa se organicen para la limpieza. Incluso es posible hacer de este un momento familiar, siendo cada persona responsable de una o dos habitaciones, o de un servicio específico. Es importante recordar que la limpieza de la casa es obligación de todo aquel que la utiliza. Y un espacio limpio puede resultar mucho más agradable para quienes necesitan pasar mucho tiempo allí, ¿estás de acuerdo?
Organización
Con un tiempo de sobra que antes no teníamos, también es buena idea pensar en lo que hay que organizar en la casa. No es necesario que todo se haga en un día o en una semana. Haz una lista de armarios, estanterías y habitaciones que han estado desordenadas durante mucho tiempo. Y empieza a organizarte poco a poco. Esto también hará que la casa luzca mucho mejor (y, de nuevo, funcional, al fin y al cabo, será mucho más rápido encontrar ese par de calcetines si están todos organizados en rollos en el cajón, en lugar de mezclados en el armario).
Coexistencia
De nada sirve tener una casa funcional, limpia y organizada si quien vive en ella no está en paz. Estamos en un período en el que los ánimos están muy altos, por lo que necesitamos mucha más paciencia y tolerancia con aquellos con quienes interactuamos, para que las pequeñas discusiones no se conviertan en grandes peleas. La comunicación entre quienes comparten un mismo espacio es fundamental.
Ocio y bienestar
Una de las formas de mejorar esta convivencia es pasar también momentos de diversión en casa. Organiza actividades de relajación con tu pareja, juegos con niños y mascotas y, si vives solo, momentos de autocuidado. La casa no es sólo un espacio para realizar tareas, también debe ser un lugar para pasar buenos momentos.
Aire fresco
Hay un dicho que dice que “en una casa donde entra aire, no entra un médico”, en otras palabras, una casa aireada tiende a mantener a raya las enfermedades. Cada día, abre las ventanas, deja entrar el sol y el aire fresco, para que el espacio se renueve. Este consejo es aún más recomendable en tiempos de coronavirus. Es bueno para la casa y las personas que viven en ella.
