Skip links

La piedra y el metal son clásicos que amplían su presencia en la vida cotidiana contemporánea

Desde hace un tiempo, en el sector del mobiliario, tanto doméstico como corporativo, las reproducciones de materiales auténticos en piedra y metal son muy demandadas. Estos materiales, bien elegidos, se conectan con otros elementos, haciendo que los ambientes sean armoniosos y funcionales.

El uso de la piedra, especialmente en encimeras de cocina, aseos, baños y zonas de lavandería, siempre ha sido muy popular. Y esto es fácil de entender porque estos materiales tienen dos características importantes: durabilidad y practicidad a la hora de limpiar.

Recientemente, las superficies similares a la piedra han ampliado su papel en la vida cotidiana y han ganado espacio en otras partes de los muebles, incluidos los frentes de los muebles, las encimeras y las estanterías. Además de durabilidad y practicidad, también añaden belleza y resistencia.

Los elementos metálicos son clásicos atemporales. La apariencia del acero es parte indispensable del equipamiento de cocina desde 2017. Generan un efecto moderno al transmitir la idea de estar asociados a la tecnología y, en ocasiones, haciendo referencia a la juventud del estilo industrial. Además, al estar hechos de materiales fríos, los metales pueden, según la situación, provocar una sensación de frescor en determinados ambientes.

La verdad es que los espacios comunican. Todo lo que contienen, desde el elemento más destacado hasta el detalle más discreto, transmite sensaciones a sus ocupantes. Por tanto, lo ideal es que los materiales elegidos dialogen entre sí. Los colores, formas, texturas y otros elementos deben tener la capacidad de mezclarse de forma fluida, creando sensaciones de confort, seguridad y bienestar. En estas composiciones no pueden faltar las piedras y los metales.

Para ver
Arrastrar