Conocido como diseño minorista, el diseño minorista es una rama del diseño de interiores que opera en espacios comerciales.
Con el crecimiento de las ventas y servicios online cada día, esta rama ha ido tomando fuerza, ya que ayuda a potenciar aún más el espacio físico de compra, al brindar una experiencia placentera en estos momentos. Hoy en día hay mucho menos que comprar (muchos prefieren comprar con un clic). Por tanto, para los clientes tradicionales que aún eligen el punto de venta, es necesario pensar en el mejor espacio posible.
Cuando se realiza correctamente, el método hace que los consumidores creen vínculos con la marca. Esto se debe a que cada organización del espacio, elementos de decoración, mobiliario e iluminación buscan traducir el ADN de la marca. Sus características, conceptos e intenciones acompañan al cliente durante el proceso de compra.
Una de las principales ventajas del diseño minorista es poder centrarse en la experiencia del consumidor. Además de un lugar para comprar, la tienda puede convertirse en un entorno de seguimiento de las tendencias de ese mercado y también en un espacio que brinde la oportunidad de resaltar la calidad de los productos, servicios y valores de la marca.
Esta práctica de marketing involucra técnicas de diferentes áreas, como arquitectura, marketing, diseño de productos, servicios y estratégico, además de la investigación de mercados. Los conceptos se aplican en todo el espacio comercial, fomentando la interacción entre diferentes puntos, como la fachada, el escaparate, la iluminación, el mobiliario, la decoración, la música e incluso el aroma de la tienda.
La tienda Nike, en Miami, Estados Unidos, es un ejemplo del buen uso del diseño minorista. La unidad de tienda de artículos deportivos cuenta con instalaciones artísticas, un espacio polideportivo, asesoría con representantes de la marca e integración entre la tienda física y online.
