viniendo del griego filia (amor y biografía (vida), la biofilia es precisamente eso: amor por la vida, la naturaleza, el verdor.
El término fue creado por el psicólogo y filósofo alemán Erich Fromm en 1964 y se hizo popular en la década de 1980. Hoy en día, es más popular que nunca.
En arquitectura y decoración, la biofilia es una aliada para acercar sentimiento de comodidad y pertenencia para el medio ambiente.
Durante muchos años dejamos de lado la naturaleza al adentrarnos en la vida urbana. Había una división muy clara entre la parte urbana y la parte natural de una ciudad, pero poco a poco se fue viendo que combinar las dos cosas es posible y los resultados pueden ser hermosos.
Dentro de la arquitectura, es posible utilizar este diseño biofílico de diversas formas para resaltar lugares como oficinas, tiendas, clínicas y restaurantes.
La idea es colocar elementos de la naturaleza en el ambiente, utilizando más luz natural, ventilación cruzada y el uso de plantas.
Los materiales utilizados remiten a la naturaleza, dejando de lado el hormigón tan asociado al entorno urbano. En biofilia se utilizan madera, piedras y bambú para cubrir el medio ambiente.
También es posible utilizar la luz natural de forma inteligente, creando un juego de luces y sombras que embellecen aún más el ambiente.
Además de ser una gran tendencia moderna, la biofilia también es una necesidad. Necesitamos reconectarnos más con la naturaleza, incluso en entornos urbanos, ya que el uso de plantas, madera y otros materiales que remiten al exterior nos hace más saludables y menos ansiosos.
Hay estudios que demuestran que el uso del diseño biofílico crea un ambiente de trabajo más cómodo, reduce la ansiedad y aumenta la productividad.
Unirse a la biofilia significa sumarse a una tendencia útil, saludable y que será cada vez más utilizada.
